Monday, August 17, 2009

En retrospectiva

Me pasa que doy un paso, cualquier paso, y me llegan los recuerdos. Cualquier símbolo, imagen, nota musical, color, olor, etc. etc. me regresa el cassette. No es que me de miedo el tener estas retrospecciones, no considero como un ejercicio maléfico el tener que remitirme al pasado cuando inmediata y espontáneamente algo me lo recuerda… sino que el temor y la angustia llegan cuando me doy cuenta que siempre, invariablemente el pasado que recuerdo es el perteneciente a un lapso en concreto de mi vida.

No alcanzo a comprender, ni tampoco a dimensionar porque es que inconscientemente regreso a los mismos lugares, a las mismas etapas y a los mismos momentos. Probablemente se trate de un indicio de falta de algo en mi vida, algo que perdí y que jamás he encontrado…

El sábado por la noche propuse ver una película, inconscientemente se me había metido a la cabeza, no por lo de las ganas de hacerse el harakiri con los recuerdos, sino porque hay una frase ahí que me encanta, una escena que invariablemente hace que muera de la risa, y quise recordarla…

No es mi intención ni tampoco este texto tiene jiribilla para hablar de la cinta en cuestión. Solo mi intensión es la de ejemplificar como es que los recuerdos me remiten a esos ayeres, lejanos ya, pero no tanto como para permanecer encapsulados en una etapa maravillosa de mi pasado.

La escena primera es de todo mi encanto. Un helicóptero sobrevuela Ciudad Universitaria e inevitablemente el “tape” comienza en regresión. La rola, rolísima diría yo, enciende inmediatamente mis palpitaciones, y así sucesivamente… los autos, los arcaicos teléfonos celulares, la ropa, la moda la música, el entorno… todo eso me mueve…

Creo saber el motivo de mis reminiscencias hacia esos días, a fuerza de ser sinceros, toda mi energía, mi lucidez y mis recuerdos escapan por esa puerta que dejé abierta. Comienzo a sospechar que es un pecado en mi vida, que todo este tormento me envolverá hasta que llegue ese día, ese tan esperado día en que libere mis emociones, ese día en que cierre esa puerta y pase el cerrojo que la asegure para nunca más volverla a abrir.

Y eso necesito, paz, tranquilidad, dejar de tener regresiones hipnóticas de una década entera y vivir mi presente. No puedo seguir interpretando señales del destino, mucho menos teniendo regresiones del cassette a cada paso que doy.

Una recaída para este viejo, desgastado y podrido corazón sería fatal, debo ser cauteloso, no puedo dejarme llevar por una inmensidad de recuerdos que me retroceden en el tiempo y que me trasladan en otras dimensiones.

Aun así como castigo divino me llegan día a día situaciones y eventos que también, me llevan inevitablemente hacia atrás, me llueven, me absorben y se me repiten acontecimientos similares a los de otra época, y no necesito ser el más inteligente para saber que ahora se está ocupando el mismo método de antaño… pero aun cuando en el papel, debería ser más maduro y más sabio, no lo soy… me cuesta el mismo trabajo aceptar que ciertas cosas me pasan a mi…solo a mi…

Será que no aprendí la lección en el pasado? Sera que no aprendí de ese: mi gran error hace años y hoy se me vuelve a manifestar??

La vida y las experiencias tienen raras y diversas formas de manifestarse y justo a mi me llegan este tipo de experiencias…

Como dicen por ahí: Al perro más flaco se le cargan todas las pulgas…

Ni modo, a ver qué nueva experiencia la vida me trae…

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