Wednesday, January 20, 2010

Héroe de Leyenda

Precisamente hace unos días, sábado, o domingo no recuerdo con exactitud, pero casi estoy seguro que fue el pasado fin de semana que Hammer Head me preguntó: “Papi, que es una leyenda?” Y siempre resulta un trabuco para mi tratar de explicarle, con palabras simples, con lenguaje sencillo y con ejemplos no tan rebuscados la vida misma a un inocente niño de tan solo 7 años y medio…

O como le explicas a tu pequeño hijo algo que solo sabes pero que no puedes explicar, algo del cual tienes conocimiento por completo del concepto, pero que a la hora de definirlo no sabes cómo hacerlo, o simplemente cómo se le explica a un pequeño retoño el mundo y sus limitaciones sin entrar en choreros discursos que pudieran aburrirle y sin una serie de palabras gariboleadas que seguro le confundirían, o es más, dar definiciones con palabras que él mismo no sabría su definición, y de ahí una serie interminable de definición tras definición…

Traté de hacérsela fácil, comencé diciéndole que era simple y sencillamente una historia, que no se sabía si era cierta o falsa, pero que se contaba a través de relatos y de generación en generación… quedó conforme, aunque aun así me vio con cara de: No mames, me estas choreando!!!

Y creo que debí haber sido más entusiasta en mi definición, quizás, debí haber disfrutado de lo que contaba, o haberle ejemplificado mi relato con alguna historia que al momento no se me vino a la mente, de esas historias que pasan de boca en boca, historias y relatos fascinantes, de un mundo paralelo, un mundo donde los superhéroes existen, donde los malhechores no son nada más ni nada menos que seres de un mundo irreal, imaginarios, que solo tienen lugar en una historia de leyenda…

Cuando era niño tenía muchos héroes, seres que idolatraba por su perspicacia y astucia, por su poder y por su supremacía sobre los malvados, esos seres maléficos y desalmados que solían ser extraídos de los cuentos de terror, de alguna historia fascinante de otros universos y que única y exclusivamente querían acabar con el mundo y su humanidad.

Tenía muchos héroes pero solo uno era el que más me encantaba, ese que era el líder, el de las mejores historias, el que luchaba con los seres más feroces, el que siempre estuvo a punto de claudicar pero al final salvo a la humanidad. Ese que su vestimenta brillaba, que era campeón, que usaba autos convertibles, el de la capa roja, el de la luminosidad y vistosidad en su apariencia.

Pasan los años, uno crece, empluma, emprende el vuelo, y los ídolos de la niñez se quedan guardados, los mete uno al baúl de los recuerdos así como se van metiendo tantas y tantas cosas a ese lugar que parece pozo sin fondo.

Se convierte uno en adulto, se multiplica y los hijos te hacen preguntas como la de Hammer Head y te hacen desempolvar esos recuerdos, abres el gran baúl que nunca tiene llenadera y las palabras de tu hijo te hacen recordar que alguna vez fuiste un niño como él, que también hacías preguntas y que también tenías grandes dudas.

Crecí y me di cuenta que todas esas historias fantasiosas de seres súper naturales de otros mundos, seres terroríficos y malhechores desalmados solo pertenecían a las historietas, a las películas de blanco y negro, a esas películas de bajo presupuesto pero que fueron un verdadero hit.

Ayer mi niñez se desbordo en tres segundos, se me abrió el baúl de los recuerdos, en cuestión de dos o tres patadas me vi parado junto al hijo de la leyenda viviente, del ídolo de mi infancia, de aquel que luchaba contra monstruos, seres intergalácticos y personajes de terror.

Recordé de inmediato las palabras de Hammer Head, su pregunta aquella de que era una leyenda, y como me hubiese gustado tenerlo a un lado para decirle, mira: él es el hijo de una leyenda… Mi ídolo de la infancia!!!!


1 comment:

Marita said...

felicidades primin!!!