Los Pendejos

Así como de repente tengo mis “lapsus pendejus”, de repente también tengo mis brillantes momentos de lucidez; de esos ratos en los que te sale humo por las orejas y te aparece una aureola sobre la cabeza, señal inequívoca de que el ingenio se desborda y de que te das cuenta que no eres tan pendejo como algunas otras personas comprenderán…

Y así como yo hay mucha gente, no me siento un elegido, ni tocado por el dedo de dios pero sé que soy guarín pero me fijo…. Y no sé si sea obra de la naturaleza o del libre albedrío pero se nos da que solemos hacer mancuerna, desde que comienzas a conocer a alguien sabes que es de tu tipo, no morbosamente, claro está! sino que te das cuenta que es una persona a fin, amén de los miles de laberínticos sucesos de su vida y que pudieran o no, modificarle su manera de ser.

Total que lo que quiero expresar es en pocas palabras que siempre te juntas con gente muy similar a ti, de caracteres y coeficientes a fines, independientemente que cada uno tenga su forma de ser…

Tal es el caso del afamado, ilustrísimo y cultísimo, el querido por todos, el inigualable, el único, el original: primo que todos quieren!...

Si bien es cierto, nuestra amistad comenzó por azares del destino y por la excepción a la regla de que este mundo es enorme, más bien verificando aquella teoría de que el mundo es un frasco con canicas. Siendo así nos hemos dado la tarea de agrandar el sentimiento y de realzar las cualidades de cada uno, no sin antes sabernos diferentes y así, desde esa plataforma crear algo, un ambiente donde surgen platicas amenas, conversaciones profundas, y entretenidas e inolvidables tardes de cerveza y dominó… no sin dejar de mencionar el parentesco que nos une y que fue el detonante para nuestro encuentro en el mágico y misterioso camino de esta vida….

No, no es mi intención hablar de mi adorado primo en esta ocasión, mucho menos me siento capaz de titular algo como: “Oda al primo”, el que titule a este post: Los Pendejos y comience hablando de él, simple y sencillamente es mera coincidencia…

Hago alusión a mí querido primo únicamente porque menciono algo el viernes en el Niza, algo que él había leído referente a la idiosincrasia y la actitud de nosotros los mexicanos ante ciertos acontecimientos. Me llamó mucho la atención, no es porque nunca antes lo haya pensado, al contrario, es porque ya me había dado cuenta que somos como diría mi abuelita: “Candil de la calle y oscuridad de nuestra casa”

Entre lo que el primo mencionó aquella noche estaba el hecho de que había surgido en Facebook un grupo que se promovía para adoptar niños Haitianos…como si en Mexico no hubiera suficientes niños para adoptar!!…

…y así continuamos la plática con ese analítico comentario de mi adorado primo y seguimos con otros mas, que entre sorbos de cerveza e interminables sopas del dominó nos dieron tela para cortar en el amplio y profundo universo de los pendejos en este mundo, claro, sin olvidar el delicioso par de zapatos que le propiné a la hora de la ficha!

Obviamente que no ha sido la primera ni será la última vez que el tema sale a relucir, mucho menos será un tema ocasional en nuestras pláticas. Es un hecho que cuando nos reunimos, Lucrecia, mi primo y éste servilleta el tema sale a la luz. Pienso que somos, como dije al principio, muy a fines, que de repente nos humea la chachoma, que aunque se nos resbala el patín en ocasiones, pues estamos dos rayitas más arribita de la media.

Y eso en un mundo de locos y pendejos, es demasiado!!!....

Héroe de Leyenda

Precisamente hace unos días, sábado, o domingo no recuerdo con exactitud, pero casi estoy seguro que fue el pasado fin de semana que Hammer Head me preguntó: “Papi, que es una leyenda?” Y siempre resulta un trabuco para mi tratar de explicarle, con palabras simples, con lenguaje sencillo y con ejemplos no tan rebuscados la vida misma a un inocente niño de tan solo 7 años y medio…

O como le explicas a tu pequeño hijo algo que solo sabes pero que no puedes explicar, algo del cual tienes conocimiento por completo del concepto, pero que a la hora de definirlo no sabes cómo hacerlo, o simplemente cómo se le explica a un pequeño retoño el mundo y sus limitaciones sin entrar en choreros discursos que pudieran aburrirle y sin una serie de palabras gariboleadas que seguro le confundirían, o es más, dar definiciones con palabras que él mismo no sabría su definición, y de ahí una serie interminable de definición tras definición…

Traté de hacérsela fácil, comencé diciéndole que era simple y sencillamente una historia, que no se sabía si era cierta o falsa, pero que se contaba a través de relatos y de generación en generación… quedó conforme, aunque aun así me vio con cara de: No mames, me estas choreando!!!

Y creo que debí haber sido más entusiasta en mi definición, quizás, debí haber disfrutado de lo que contaba, o haberle ejemplificado mi relato con alguna historia que al momento no se me vino a la mente, de esas historias que pasan de boca en boca, historias y relatos fascinantes, de un mundo paralelo, un mundo donde los superhéroes existen, donde los malhechores no son nada más ni nada menos que seres de un mundo irreal, imaginarios, que solo tienen lugar en una historia de leyenda…

Cuando era niño tenía muchos héroes, seres que idolatraba por su perspicacia y astucia, por su poder y por su supremacía sobre los malvados, esos seres maléficos y desalmados que solían ser extraídos de los cuentos de terror, de alguna historia fascinante de otros universos y que única y exclusivamente querían acabar con el mundo y su humanidad.

Tenía muchos héroes pero solo uno era el que más me encantaba, ese que era el líder, el de las mejores historias, el que luchaba con los seres más feroces, el que siempre estuvo a punto de claudicar pero al final salvo a la humanidad. Ese que su vestimenta brillaba, que era campeón, que usaba autos convertibles, el de la capa roja, el de la luminosidad y vistosidad en su apariencia.

Pasan los años, uno crece, empluma, emprende el vuelo, y los ídolos de la niñez se quedan guardados, los mete uno al baúl de los recuerdos así como se van metiendo tantas y tantas cosas a ese lugar que parece pozo sin fondo.

Se convierte uno en adulto, se multiplica y los hijos te hacen preguntas como la de Hammer Head y te hacen desempolvar esos recuerdos, abres el gran baúl que nunca tiene llenadera y las palabras de tu hijo te hacen recordar que alguna vez fuiste un niño como él, que también hacías preguntas y que también tenías grandes dudas.

Crecí y me di cuenta que todas esas historias fantasiosas de seres súper naturales de otros mundos, seres terroríficos y malhechores desalmados solo pertenecían a las historietas, a las películas de blanco y negro, a esas películas de bajo presupuesto pero que fueron un verdadero hit.

Ayer mi niñez se desbordo en tres segundos, se me abrió el baúl de los recuerdos, en cuestión de dos o tres patadas me vi parado junto al hijo de la leyenda viviente, del ídolo de mi infancia, de aquel que luchaba contra monstruos, seres intergalácticos y personajes de terror.

Recordé de inmediato las palabras de Hammer Head, su pregunta aquella de que era una leyenda, y como me hubiese gustado tenerlo a un lado para decirle, mira: él es el hijo de una leyenda… Mi ídolo de la infancia!!!!

Mi nuevo año

He comenzado el año con nuevos bríos, con la actitud renovada, con nuevas metas, y con las expectativas que uno siempre se crea. Las 12 uvas de las 12 campanadas del año nuevo no fueron por deseos, fueron simplemente oraciones para mis seres queridos y sobre todo para mi, además, la ultima uva, de la última campanada, fue pidiendo y a la vez agradeciendo la presencia y el paso de alguien muy especial en mi vida.

Así comencé el año, podrían decir ustedes entonces que me he hecho wey al no escribir en 14 días siendo que estoy renovado, pero no, se me renueva el espíritu, las ganas, la actitud, el amor, y mil cosas más, solo que huevón siempre he sido y huevón siempre seré…

De modo tal que si no había escrito era por huevonada simplemente. Ya les he hablado múltiples veces de que siempre hay cosas que contar, que de repente me llega la inspiración, pero en verdad, había echado la hueva.

El año ha comenzado muy frio, más que los anteriores próximos que yo recuerde, pero para mí el frio comenzó desde hace un mes, cuando anduve de vago por las gélidas regiones del América del Norte. Aunque a fuerza de ser sinceros, sentí mucho frio también en un par de días al inicio de esta semana…

Así mi inicio de año, tranquilo, en la huevona, con vacaciones “forzosas” y con las pilas recargadas producto de sentirme niño una vez más. El 6 de Enero pasado lo viví como niño nuevamente, jugué con Hammer Head con los Playmobil, Xbox y sus cosillas de armar de LEGO.

Lo disfruté mucho, me sentí niño nuevamente, la expectación que sentí la noche anterior era la de un niño prácticamente, a pesar de que ya desde hace muchos años me sé la historia real de los Reyes Magos, sentía esa ansia la noche previa, esa emoción indescriptible de recibir los regalos, solo que ahora al ser papá disfruté desde que los Reyes subieron las escaleras, abrieron la puerta y acomodaron los juguetes debajo del arbolito…

Mis vacaciones “forzosas” me han traído unas pequeñas dificultades en el trabajo… aunque siendo sinceros las tengo desde antes, pero para no hacer el cuento largo y darle su justo valor a las cosas dejémoslo en un 50 – 50 en porcentaje de responsabilidades por las cuales ando así. Nada grave pero no creo tener la sartén por el mango.

No importa, como dicen por ahí: “los árboles mueren de pie”, y la neta de netas el que nada debe nada teme, yo solo siendo fiel a mi naturaleza he dicho lo que pienso y sin miedo a la represión.

Como diría mi santa abuela: “Lo que se ha de pelar, que se vaya remojando” tons bajo ese tono, estoy, esperando a ver cuál es la trama de una historia que por supuesto, no será la última que les contare queridos lectores, aquí seguiré escribiendo mis estupideces hasta que el cuerpo aguante, claro, si la hueva me lo permite…

Alguna cosa buena todo esto ha de traer, algún aprendizaje me dejará, seguramente, no he llegado ni llegaré a saberlo todo, siempre hay cosas nuevas por aprender en este mundo matraca, así que si algo pasa o no, estoy más que preparado, no se me acaba el mundo por una puerta que se me cierra, total, algunas me las han cerrado hasta en la cara…

Por lo pronto he aprendido a hacerme notar, a decir lo que pienso sin miedo, y eso ya lo traigo también, siempre, tú que me conoces bien, sabrás que he sido irreverente y rezongón, siempre digo lo que pienso y regularmente, aunque no con los modos adecuados lo hago notar.

Y así mi año. Este 2010 tengo planes para mí y mis allegados, tengo planeado irme a la aventura una temporada (aunque Lucas me miente la madre) tengo cosas por hacer, cosas más por aprender… por lo pronto este inicio de año he aprendido a ser niño nuevamente, he reinventado mi niñez con la ayuda de mi hijo, he aprendido que no hay nada más maravilloso en el mundo, que la sonrisa de un niño feliz, y esa la veo desde el pasado 6 de Enero en el rostro de mi adorado Hammer Head.