Todas las mañanas que encamino a mi rorro a su escuelita suceden las mismas cosas. Ves pasar a la misma gente, los mismos autos, la misma sombra de un sol que apenas comienza a asomarse, y sobre todo, la frescura de las mañanas de esta época del año justo antes de comenzar la temporada de lluvias. En fin…siempre lo mismo.
Nunca me había detenido a pensar en toda esa cotidianeidad que sucede a tu alrededor ni mucho menos había hecho un profundo análisis de todas estas cosas que a continuación mencionare, y que son parte irremplazable de mi pasado.
Alguien podrá decir que vivo del pasado y de recuerdos….Pero me vale madre!!!!!!! Lo contaré…
(Lo anterior dicho sea como mero comentario, sin el afán de ofender a ninguno de ustedes, queridos lectores!)
Pues bien, decía yo que en las mañanas paso por una escuela primaria en donde se ven a todas las madres fachosas, algunas con tubos, y otras bien perjumadas prestas para ir al trabajo. De repente me pregunto: Que chingados hacen paradas afuera de la puerta de la escuela si sus hijos ya entraron la misma?, quizás les guste el arguende o el chisme cachetón, pero lo cierto que es una costumbre típica de las madres quedarse unos minutos mas hasta que ya la escuela esta en silencio.
Y en silencio si, por que después de la clásica formación y de aquello de “tomar distancia por tiempos” aun se estila, por lo menos en las escuelas de gobierno como en la que yo estudié. No puede faltar tampoco la insustituible “marcha de Zacatecas”, con la cual los alumnos bien formaditos uno tras otro se dirigían derechitos a su salón.
Recuerdo que mi madre era de esas que arguendeaban después de dejarnos en la puerta de la escuela. En ocasiones sabía bien yo que esperaba a que pasáramos por la escalera rumbo al salón, para así, poderse ir tranquila, regresarse a la casa y tomar otra pequeña siestecita seguramente de otras dos horas!!! Pero yo siendo un hijito de la chingada me escondía pa que no me viera y pensar que podía estar intranquila. Nomás pa joder realmente!!!
A la salida siempre se reunían los dulceros, los pepiteros, los de las nieves, los deliciosos pepinos con chile y en aquel entonces había una ñora que vendía unos tacos riquísimos, en aquellos días le llamábamos los tacos de aire, por que nomás era la tortilla enrollada, bañada en salsa y con queso espolvoreado, nada del otro mundo pero a la una de la tarde, después de clases eso era realmente verdadero manjar.
Eran otros tiempos…muchas cosas han cambiado pero otras no. Hay muchas señoras que van, como decía, bien bañaditas, bien vestiditas y bien perjumaditas por que después de dejar a sus hijos se van para el trabajo; en mis tiempos casi todas las mamaces eran amas de casa. El ambiente en general es muy parecido, generaciones y generaciones han transcurrido y las cosas han cambiado quizás en forma, pero no en su esencia.
El próximo Domingo mi niño pichocho cumple 6 añotes!!!!, y el próximo mes de septiembre ya se va a la primaria!!!, afortunadamente tengo la gracia divina de poder darle algo mejorcito a lo que yo tuve y no estudiara en primaria de gobierno.
A lo mejor se pierde de muchas cosas que yo tuve, seguramente…pero ganara en otras, de hecho, ya su lenguaje comienza a ser de un niño fresón tal y como hablan quizás los hermanos mayores de algunos de sus compañeritos de escuela….
Aun recuerdo yo el día aquel en el que entre a la primaria…y también, con esa misma claridad recuerdo el último…parece que fue ayer!, pero pus la neta ya estoy mas pa allá que pa acá, ahora veo a mi nene que esta a un par de meses de hacer lo mismo que yo hice, de emprender un largo camino, un largo, pero largo y sinuoso camino…
Algún día recordará su primer día de primaria, y las cosas que se viven ahí en el entorno. Quizás algún día lleve a un hijo suyo en un auto también y pasen por una primaria, y recuerda la suya…y ojalá, tenga gratos recuerdos como yo los tengo de la mía!
