Thursday, April 26, 2012

El reposet

“... aunque en lo personal, la experiencia con orgullositos me hace decirte que tomes la silla más cómoda.”

Mara Aguilar
No se si vi un comercial de televisión, una campaña publicitaria o una jalada de esas que suelen ocurrírsele a alguien para manifestar algo pacíficamente por medio de imágenes o simbolismos, pero lo recuerdo bien: se trataba de una serie de fotografías de un sillón, fotografías en muchos lugares, ciudades distintas y escenarios diversos.

Un sillón rojo de apariencia decadente y que contrastaba diametralmente con los lugares donde se colocaba para tomar la tan ansiada fotografía.

Pues hagan de cuenta que ese sillón rojo soy yo con mi reposet...

Recuerdo que mi hermana y yo le regalamos uno a mi padre, era tan maravilloso verlo echar la hueva en el... que hasta se antojaba imitarlo, y yo ni tardo ni perezoso incontables veces me acosté sobre su aterciopelada tela azul, ahí solté la bolsa muchas veces y hasta las jetas que me tiré ahí me sabían deliciosas.

Y creo que se me quedó la costumbre...

Hoy, como al principio dije, mi reposet es como aquel sillón de la campaña publicitaria: va y viene, va de aquí para allá, viaja por la republica, se da sus vueltas por los yunaites y no sufre cambio sustancial alguno, claro, con la pequeña diferencia que este reposet me tiene a mi tirado en sus aposentos.

Hoy regreso de un viajecito inolvidable, una experiencia única e irrepetible  y yo sigo aquí instalado en mi reposet. Ni sudo ni me acongojo, los días de la desesperación y el ansia han pasado. Aquellas semanas previas al viaje, semanas de vivir pegado al teléfono y ensayando discursos inútiles no se repetirán otra vez.


Y así seguiré. Viviendo de mis rentas, invirtiendo en la bolsa, gozando del amor y el cariño de gente que si me quiere y disfrutando de esta vida loca a la que me aferro día a día.

Por lo pronto, heme aquí, con mi lap que me ayuda a enterarme del mundo y escribir estas pendejadas, un vaso de agua de limón, mi TV LED de 40" para esperar la hora de mi telenovela y agustamente sentado en mi lindo y cómodo reposet....

Ahhh... y mi teléfono celular por si llama alguien que si sea importante...

Wednesday, April 11, 2012

Temporada de lluvias

No quiero comenzar pidiendo disculpas estúpidas, pidiéndoles hipócritas perdones o escribir con la cola entre las patas. Perfectamente sé que me merezco todas sus mentadas de madre, merezco todas sus maldiciones y hasta escupitajos en la cara por haberlos tenido todo este tiempo en ascuas, por visitar este sitio al cual ustedes “eran adictos” y no encontrar una más de mis historias, por mantener fidelidad a todas mis pendejadas y sentirse decepcionados al pasar el tiempo y ver mi blog abandonado.

No, no queridos fans, no los abandoné, mucho menos quise alejarme de este vicio maldito de la escritura; sucede que un buen día comenzó a llover en mi vida, empezó a lloverle a mi milpita y esa pertinaz lluvia que por momentos ha sido aguacero, aun no se detiene…

La primera vez que vi llover coincidió justo con un evento trágico en mi vida. Regularmente los días lluviosos, (y esto es bien sabido por ustedes) me encabronan, pero aquella vez en particular, me entristecí de sobremanera.

La primera vez que vi llover parecía ser un día como cualquier otro, la noche anterior, regresaba de un largo viaje de trabajo, el cansancio y el fastidio me impidieron hacerle una rápida visita, solo baje del taxi, volteé a su ventana, vi la luz de la televisión y seguí de largo…

Al día siguiente me levanté, me bañé y me desperté, (así en ese orden) y acto seguido me encaminé hacia el trabajo como todos los días, llegué me dispuse a laborar y no pude llegar ni a la hora del lonche cuando recibí una llamada telefónica diciéndome que mi padre había muerto...

...aquella primera vez que vi llover bajaban su cadáver por la estrecha escalera, envuelto en una sabana blanca y lo metían a la camioneta de la funeraria.

Era una lluvia suave, de esa que es tupida, de esa que parece no hace nada pero te pone una empapada... aunque ya los chubascos habían comenzado con anterioridad, desde aquel gris y lluvioso día no ha parado de llover en mi vida.

Han pasado casi dos años de aquel funesto acontecimiento, un año y medio mas o menos desde que comenzó esta lluvia pertinaz, algunos días ha sido llovizna, llovizna que parece ceder y aclararse el cielo, y otros tantos ha sido una tromba de cielos oscuros y nubes borrascosas.

Cuando llovizna, siento que todo ha sido un sueño, que estoy despertando de una terrible pesadilla, que abro mis ojos, me asomo a la ventana y la tormenta ya pasó... que el cielo esta abriendo y que un nuevo rayo de sol se deja caer sobre mí.

Cuando es aguacero todo se oscurece, el cielo se encapota y deja caer su frio llanto sobre mí;  cuando arrecia la tormenta ya no la veo llegar, es una tras otra, el tremendo diluvio de magnitudes bíblicas no me suelta y se ensaña conmigo y solo vuelve la calma en esos días que solo hay llovizna...

Hoy siento una ligera brisa en mi vida, lo días de nubes negras y de cielos borrascosos parecen alejarse, aunque la probabilidad de un nuevo aguacero esta latente.

Hoy lucho contra el cáncer y aunque pareciera que sigue el aguacero en mi vida según mis metáforas, no es así, como ya bien dije, hoy solo llovizna...

Anoche llovió, y la lluvia continuó por lapsos durante la noche. Hoy mi día comenzó muy temprano, el insomnio y la pensadera se apoderaron de mi desde muy de madrugada. Al amanecer el día parecía estar nublado, pero para estas tempranas horas ya se abrió el cielo dejando ver su hermoso color azul.

Así mismo, algún día (no muy lejano) quiero escribirles y contarles que mi cielo se abrió, que mi temporada de lluvias terminó.

PS: Prometo jamás abandonarlos!