Resignación

“Me callo porque ha ganado la razón al corazón, pero pase lo que pase y aunque otro me acompañe en silencio te amaré tan solo a ti"

Claudia Mendiola

Un titulo que quedaba ad hoc sería: Razón vs corazón, pero ya en el pasado había titulado algo así, en alguna ocasión de esas en las que el chamuco se deja quemar las patrullas y resulta una de esas pachecadas que solo yo me entiendo, una de tantas veces en que Gazú me dicta al oído y no paro de teclear y teclear y al final, todo termina en una pendejada más que resulta ser del gusto de todos ustedes queridos fans….(de todos ustedes, menos uno)

Hoy recordaba un pasaje de mi vida en el cual me sentía así, con esa desesperanza con la que se lee la cita inicial, igual como me siento ahora. Resulta que era la tarde de un viernes caluroso, muy probablemente el mes de Abril o Mayo puesto que faltaban unas cuantas semanas para el fin de cursos.

Recuerdo bien que era un viernes por que solía cambiarme de ropa inmediatamente saliendo de la escuela, me desmontaba el uniforme café de secundaria y me ponía el de civil para así llegar con la mochila rellena del uniforme sucio y aventarla para que la lavandera (mi madre) lo lavara.

Así solía ser, el objeto de que yo siguiera tan extraño ritual se debía a que podía yo cambiarme de ropa inmediatamente saliendo de la escuela, andar por la calle vestido de civil y no de estudiante y principalmente y por sobre todas esas cosas, que podía llegar a la casa de mi abuela (donde pasábamos las tardes) y aventar la mochila sin más preocupación que la de salir a rendirle culto a la vagancia…

Era Abril o Mayo, era un día caluroso y era la secundaria. Y lo recuerdo así ya que aquel día salí de la escuela, me quite el uniforme, lo metí en una mochila azul con logo de los Cowboys que mi papa me había traído de los Estados Unidos y me trepé al trolebús…

Lo recuerdo perfectamente bien porque faltaban escasas semanas para salir de 3ero de secundaria, era un día caluroso de Abril o Mayo, iba a la secundaria, me quitaba el uniforme los viernes, me trepaba al trolebús como siempre y aquel día… me bajé del trole y olvidé mi mochila azul con logo de los Cowboys, con el uniforme, con algunos cuadernos y dos o tres prendas más!!!….

Me sentí terriblemente mal, un fuerte hueco en el pecho se apodero de mí, inmediatamente sentí ganas de llorar, de correr tras aquel trolebús, la desesperación que sentí en aquel momento fue la de perder algo que conservaba como un tesoro…. sentí algo indescriptible…

Llegué a casa de mi abuela hecho un mar de llanto, no me importó que estaba a medio emplumar y solté los lagrimones, no pude soportar la perdida de algo apreciado por mi y que quería tanto como mi mochila azul con logo de los Cowboys.

Me valió madre honestamente la cagada que mi mamá me iba a dar por perder el uniforme y más cuando más o menos un mes faltaba para el fin de cursos, yo solo quería llorar, estar solo, pensar en mi mochila azul y sentir remordimiento y cargo de conciencia por no haber sido más cuidadoso con una pertenencia.

El duelo vivido fue duro, la vida no era la misma sin mi mochila, los días fueron eternos pensando en el afortunado que la encontró. Los días posteriores a aquel trágico suceso fueron grises, opacos, sin brillo como los de ahora. Yo seguía pensando en mi mochila y en que jamás volvería a verla, a cargarla sobre mis hombros y nunca más, la tendría junto a mí…

Hoy recuerdo mi mochila azul con logo de los Cowboys y aun me duele la perdida, era un objeto que bien habría valido la pena conservar hasta estos tiempos de adultez… el tiempo pasó y comprendí que no volvería, a pesar que llevaba identificaciones, nunca hubo una alma amable que me la devolviera.

Entonces fue cuando llego la resignación…

Hoy me siento igual, siento esa sensación de haber perdido algo, siento ese hueco en el pecho, ganas de llorar y de correr tras un trolebús. En este momento quisiera que alguien me devolviera eso que me hace feliz, quisiera haber sido más precavido y no perder algo que se quiere, me doy de topes en la pared por no haber cuidado algo que se aprecia...

Hoy me siento así, con una tristeza pacifica, con una melancolía que aunque duele, por más que se quisiera, ya no dolería más. Con una desesperanza y una desilusión de haber visto y vivido los últimos días de un capitulo de mi vida.

Hoy siento que se da la vuelta a una página importante a ese capítulo eterno que esta llegando a su fin por la asfixia del silencio. Hoy esa sensación de final recorre mi cuerpo y me invade el pensamiento y sé, aunque aun no lo acepto del todo, que no habrá un episodio más para esta historia.

Nunca, pero nunca en tanto tiempo, a pesar de los distanciamientos, de los episodios oscuros y de los lazos increíbles que aun existen, nunca me había sentido así, con esa sensación de un final inminente para esta historia...

A eso le llamo yo resignación…

Patrimonio

Decía mi abuelita: “No, a mi no me tomen fotos, me roban un instante de mi vida”…

Y no se dejaba la pinche viejita, así era, cuando todos posábamos para la foto había que amarrarla cual marrano para ponerla quieta y que no intentara taparse la cara o voltearse estrepitosamente tratando de evitar el flash, que según palabras de ella: “le robaba la sustancia”…

Se me quedó para el análisis esa frase con la que comencé por que no es que mi abuelita estuviera locatel, (en algunas cosas si), pero para mi forma de ver la vida, ella era una mujer muy sabia, empíricamente, pero con mucha sabiduría en sus razonamientos y obviamente que algo se me quedó de toda aquella enseñanza.

De modo tal que al comenzar con mi vida puberta, y en los años subsecuentes tenía yo este supositorio de sabiduría que me había empujado mi abuela, solo que yo le di otra connotación (muestra fiel de que no todo lo digiero como me lo dan).

Así que desde aquellos entonces y hasta la fecha pienso que una fotografía es un suspiro de tu vida, un aroma, un color, un lugar, un instante de tu memoria; y por lo consiguiente, es digno de recordar, de ponderar y de adorar puesto que son como decía mi abuelita: “instantes de tu vida” solo que no se te van, no te los quitan, los tienes contigo para siempre…

En un principio bauticé este video como patrimonio de la humanidad, a mi entender con cierto doble sentido ya que es bien sabido, la UNAM fue nombrada en años posteriores así, y claro que para mí, el patrimonio más grande que tengo, aparte de ser de la UNAM, es lo que la UNAM me dejó.

Y la Universidad me dejó más que buenas anécdotas que contar, me dejó lugares, colores, instantes y hasta aromas…y por supuesto, la bendición de encontrar a mis más grandes amigos. Es por ellos por lo que me dediqué a recopilar todos esos momentos, esos instantes de nuestras vidas que quedaron captados en imagen, todos esos gratos recuerdos que quedan plasmados en fotografía.

Al final, el trabajo de más de un año desde la concepción hasta la entrega, rinde sus frutos…

Quiero agradecer una vez más a todas esas personas que le dan vida a este video, quiero agradecer enormemente a todos eso seres maravillosos que me han brindado su cariño y amistad durante más de una década.

Quiero así a su vez recalcar que este video, aparte de haber sido un pasatiempo para mi, está hecho con mi más grande e infinito amor para esas personas las cuales me han acompañado durante este camino, a esas personas que han subido la cuesta de esta montaña junto a mí, a aquellos que me han dado su mano, su amor, su cariño, que han compartido no solo una amistad, sino sus familias, y su vida también.

Un agradecimiento para esos seres maravillosos que me han compartido sus momentos más sublimes, que han estado conmigo en las carcajadas y que también lo han estado en los llantos. Porque así se demuestra una amistad, compartiendo los momentos, con el trato continuo y el roce cotidiano, en las buenas y en las malas, y con “las buenas” y con “las malas” también!!!

A todos esos seres maravillosos que día a día forjaron un carácter, expandieron su cerebro y se comprometieron a tener una profesión para crecer como seres humanos. A todos esos seres maravillosos que con su lucha diaria alcanzaron sus sueños y a los que se quedaron en el camino también, porque no concibo mi vida entera sin mis grandes cuates, mucho menos la concibo con las piedritas que se van quedando en el camino.

Eso es patrimonio, el tener la bendición de tener amigos que aun conservas, cosas que se te quedan para toda la vida; amistades invaluables, gente que te quiere, gente que se brinda, gente que te adora, gente que te recuerda, gente que te admira y gente que te apoya. Porque eso es un patrimonio: La herencia que te deja el paso del tiempo, el legado que una institución como lo es la UNAM te regala.

Porque patrimonio es: el acercamiento humano, la aceptación, la firma de acuerdos no escritos para preservar una amistad por mucho tiempo; patrimonio es: Las cosas maravillosas que te suceden, los instantes inolvidables de tu vida que se plasman en fotografía y ahora en video... Patrimonio es la mezcla de recuerdos, olores, lugares, vivencias y colores; patrimonio es: los momentos de risas, los momentos de carcajadas, los momentos de llanto: patrimonio es simple y sencillamente: un espíritu que habla por tu raza.

Patrimonio es esto:

Los hubieras

Los hubieras no existen, el tiempo imperfecto en el que se conjugan dista mucho de la realidad en que suceden. Los hubieras son el pretexto perfecto para justificar equivocaciones, olvidos, descuidos decepciones y hasta pendejadas. Los hubieras surgen de la impotencia sentida cuando se quiere modificar un pasado que con la ayuda de algunos buenos “hubieras”, sería un mejor presente.

Dicho lo anterior no con ánimos de filosofar, la verdad que no he fumado nada que provoque inspiración para venirles con un choro mareador de esos que luego me chuto, simple y sencillamente decidí abrir así porque es una definición para una palabra que considero inútil, para un verbo que debería de desaparecer de la gramática por una sencilla razón: que no existe.

Los hubieras reflejan a todas luces impotencia ante una situación que no se puede modificar. Los hubieras son sinónimo de arrepentimiento, son símbolos de remordimiento, de sentimientos de retracto ante los acontecimientos del presente. Son aflicciones ante las consecuencias que una mala decisión trajo consigo.

Desde hace mucho tiempo me percate de ello, desde que era yo un puberto comencé a tener ese tipo de cavilaciones acerca de los hubieras. Nunca he dejado que me agobien, nunca he permitido que hagan presa de mí y comience yo con el infalible síntoma de los arrepentimientos: los hubieras.

Pero es inevitable, es infaltable en la vida de cada ser humano irse por ese camino empedrado y lodoso que es el de los hubieras. Es poco probable también que alguien haya sido lo suficientemente perfecto para nunca haber sentido la necesidad de lamentarse con algún “hubiera”, con esa palabra mágica que mitiga el dolor del arrepentimiento y nos soba la cabeza, nos apapacha y nos repite: No, no eres tan pendejo, solo tomaste una mala decisión.

Yo particularmente tengo mi enorme lista, y aunque como ya mencione que he tratado, por más que quiero, no llegar a tales circunstancias, tengo que admitir que he pecado, me he dejado seducir por la el dulce sonido de un “hubiera”, mas cuando no hay justificación para ciertos actos y mis pecados son imperdonables.

Sería interminable enumerar todos y cada uno de los actos míos para los cuales mereciera un discreto y modesto “hubiera”, pero también la lista sería extensa si los “hubieras” justificaran acciones en el pasado que podrían haber modificado este presente.

Por ejemplo: Si hubiera sido buen estudiante lo más probable es que estuviera en algún otro lugar, diferente al de ahora. Si hubiera sido más dedicado en el deporte, quizás me hubieran dado una beca en el extranjero. Si hubiera sido menos desmadroso, quizás tendría un mejor historial académico, y de ahí, se repetiría el ciclo…

Si hubiera sido menos enojón, muy probablemente mucha gente no tendría la impresión que tiene de mí. Si hubiera sido más inteligente, podría haber hecho mas y mas cosas en la vida, si hubiera sido menos pendejo, me habría puesto condón y no hubiese sido padre tan prematuramente.

Si hubiera hecho caso de los latidos de mi corazón no hubiera hecho tanto daño; si hubiera sido menos tímido, me hubiera dado la oportunidad de hablar de mis sentimientos. Si hubiera sido más sutil en mis palabras, nada de lo que pasó habría sucedido; si al final te hubiera telefoneado a la semana siguiente como lo acordamos en aquella última llamada, quizás todo esto hubiera sido diferente. Si no hubiera abierto la bocota cuando estabas cerca otra vez, si no me hubiera dejado llevar por la ira y la desesperación, hoy estaríamos hablando de otra cosa….

Si no le hubiera hecho caso a Mendiola, quizás seguiría un poco más contento, más inspirado y escribiendo con cierta dirección. Si no hubiera comenzado a sospechar de esas visitas, en este momento seguirías leyendo estas líneas. Si no te hubiera escrito el post de “complacencia”, seguirías siendo mi anónimo fan; si no te hubiera hablado tan directo y tan conocido, seguirías visitándome.

Si no hubiera sido tan, pero tan pendejo….jamás te hubieras ido!!!

Echando madres

El ultimo día que vi a mi madre fue un día antes de su muerte. Se le veía cansada, pasaba gran parte del tiempo somnolienta y su salud estaba cada día más deteriorada. Recuerdo que me retiré de la escena y me despedí de ella, despertó para que me despidiera y llevo la imagen aquella como un tatuaje del beso que le dio a Hammer Head cuando éste le estiró la trompa para despedirse también con un gran beso.

Ese es el ultimo recuerdo que tengo de ella en vida… lo que sucedió después no es grato de recordar ni digno de volver a mencionar por mi boca dado que las cosas que duelen no las llevo conmigo ni las cargo en mi memoria… mejor prefiero ponderar las maravillas de la vida que hacerme el harakiri con navajitas que cortan el corazón en pedacitos. En pocas palabras, prefiero recordar las cosas felices.

De modo tal que hace ya casi 3 añejos de la muerte de mi madre. 3 días de la madre, contando el de hoy que no estoy junto a ella y para ser honestos se me han ido rapidísimo, no la he extrañado del todo, aunque si, de repente, me entra la nostalgia y quisiera verla, así igualmente como me acordaba de ella cuando estaba en vida, y hoy en especial, desde luego que me viene a la memoria.

Hoy no quiero hablar de cosas tristes, para mí, el hecho de no tener madre no significa que este 10 de Mayo lo pase desapercibido, al contrario, celebro la dicha de no tener que andar con las apuraciones de último minuto por conseguir un regalo ad hoc. También celebro el haber atravesado por el doloroso ritual de perder a la progenitora, ya sé lo que se siente que muera una madre, nadie me lo puede contar, pero bueno….no pienso platicarles lo que se siente, ni mucho menos se lo deseo a nadie, simple y sencillamente esta vez hablaré de ser madre y las bendiciones que esto conlleva…

…pues bien, yo nunca he sido madre, aunque soy padre de un hermoso niño, yo no lo parí, no sentí los dolores del parto ni las pataditas en el vientre. A pesar de eso, siento una conexión profunda entre mi bello retoño y yo. Juagamos, vamos al cine, salimos juntos, somos cuates, buenos camaradas, tenemos nuestro propio lenguaje de gestos, señas y cosillas inocuas que nos hacen cómplices de muchas travesuras.

Lo amo! Es mi vida entera…y eso que no lo tuve en el vientre….

Pensando en esto último me viene a la mente el tan afamado amor de madre, ese amor incondicional y sobrenatural que las madres sienten hacia los hijos, y en mi caso, sentido no solo por mi madre, sino sentido por mi abuela y mi tía…

Doy gracias a la vida por ser una persona muy afortunada y tener la bendición de haber tenido amor de madre en todas sus diversas y multifacéticas modalidades, Si no era la propia, era mi abuela o mi tía, pero nunca me falto amor para recibir ni consejos para escuchar, así como también regañizas cuando se debía, y por partida triple.

Soy un bendito afortunado del mundo!, Hoy solo me sobrevive mi tía. Hoy ella hace las veces de madre, ahora ella se quedo con el paquete de soportar y encaminar por el buen rumbo a este labregón hijo de la guayaba. El día de hoy si me faltara una luz para seguir, una consejera a quien acudir o a una madre para chingar cuando me la mientan, seguro que mi tía daría y recibiría todo eso.

El amor de madre es infinito, desinteresado es la más plena manifestación de amor entre dos seres humanos. Aquellas que tienen o han tenido la dicha de ser madres, sabrán que ese sentimiento sin igual les embarga con singular alegría, es un don y una felicidad insospechada, el ser madre es la mas grande de las bendiciones.

Así pues, mi profundo respeto y admiración a todas las madres en su día, a todas aquellas mujeres valientes que se han atrevido a traer a la vida a un ser humano, criarlo, educarlo y sacarlo adelante. Hoy mi más profundo pensamiento esta con todas las madres, ofrecerles mis respetos y felicitaciones. En especial quiero aprovechar el tema y la ocasión para rendirle mis respetos y mi admiración a una madre. No sé a ciencia cierta si ya lo es, o no lo es aun, pero sé muy bien que pronto lo será.

Esa madre, que lo más probable es que si leyera esto me mentaría mi madre…(valga la rebuznancia)… pero no puedo dejar pasar la oportunidad de desearle la más grande de las dichas, de expresarle mis más felices deseos por el magno acontecimiento que está a punto de experimentar.

Aunque ella no sepa de mi, aunque no tenga la mas mínima idea de la que a ella me refiero, no puedo permitirme dejar pasar la oportunidad de expresar mis más sinceras y honestas felicitaciones por haber sido portadora del milagro de la vida, no puedo ni podría permitirme pasar por alto un acontecimiento de esa magnitud ni tampoco me dejaría ignorar tan bendito acontecimiento.

Esa madre hoy debe estar feliz por su evento, y yo me sumo a la lista de los buenos deseadores diciéndole que aunque esto le suene a una benevolencia, aunque no le importe en lo mas mínimo, yo me uno a su felicidad y le mando la más sincera de las felicitaciones

Para ella y todas las madres mi amor infinito!

Golpe de suerte

No sé si lo soñaba o lo meditaba, de esas muy comunes ocasiones en que no se si estoy dormido o despierto y me digo a mi mismo: mi mismo, ahora que está de moda todo ese desmadre de la influenza, acaso Norita no se nos habría petateado por un bicho como ese????

De un de repente abro los ojos y ya es de mañana, a pesar de mis vastos esfuerzos por volver a dormir decido despertar de un abrupto levantón, porque si no es así, ni me vuelvo a dormir, ni me levanto y me la paso empollando el huevo todita la mañana. Y mientras tanto seguía pensando….

…Seguramente así sucedió, con eso que ni supimos bien, ni nos enteraron mejor, ni mucho menos a los familiares se les veían ganas de platicar la tragedia, y mi tocayo cantinfleando al dar motivos y razones, y la única persona con la cual pude haber platicado amplio y profundo sobre la situación me tiró de a loco… pues para estas fechas, a dos meses de lo sucedido, sigo sin saber las causas que llevaron a la desaparición de mi amiguita. Y ahora con tanto rumor de una epidemia que se manifiesta como gripa y que mata, luego entonces deduzco que así sucedió.

Pensaba yo también en la enormidad de una ciudad como es la de Mexico, el infinito tamaño que representa ante lo diminuto de un virus, también, me pasaba por la cabeza en que deberías estar en el lugar menos indicado en el momento menos indicado para que te tocara la suerte que alguien te contagiara, así, de persona a persona. Debido a que el chancro este no viaja en el ambiente, se necesita tener un golpe de suerte para lograr capturarlo proveniente de otro ser humano.

Si comprobamos la sospecha de que mi amiguita Nora colgó los NIKE a consecuencia de una misteriosa y repentina enfermedad respiratoria, que así, de boca y palabra de sus familiares y novio, comenzó como gripa, pues podríamos deducir que en algún momento estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado, lo cual indica que ese día mejor hubiera comprado un MELATE, en este momento estaría aquí con nosotros, seguiría deleitándome de su buen humor, nos seguiríamos queriendo como siempre y hasta me hubiera prestado una lana del gordo al que le pegó.

Pero solo son especulaciones, para aquellos entonces (hace dos meses) ni por la cabeza nos pasaba el que algo así se iba a manifestar, entonces la hipótesis de que algo así le sucedió a mi querida Norita, solo es mera coincidencia, una suposición, sujeta a comprobación.

Lo que sí es cierto es aquello de la suerte. Yo soy fiel creyente de que la suerte no existe, que te la vas forjando en tu cotidiano andar, la suerte no es más que el efecto del boomerang, de las cosas buenas y malas que profieres con tus palabras y con tus actos, y que, tarde o temprano se te regresan, como dirían aquellos a los que les gusta el hinduismo: El Karma.

Así que si algún día les llega la noticia que estoy contagiado de la influenza, o peor aún, si me está yendo de la chingada y por ahí me ven en la calle, tirado a la perdición, hecho un homeless, quizás sea muy probable que esté pagando todos mis malos actos en esta vida matraca!

Aunque no creo que sean tantos ni para tanto pero mientras son peras o son manzanas: Los amo a todos!!!!!