Mi embarazo

Ahora se lo que se siente estar embarazado…no por la tremenda panza que me cargo sino por la sensación de llevar algo dentro y después que salga de ti como un ser que vivió, respiro y se alimento de ti; una sensación de estar vacío por dentro y obviamente con las secuelas que esto conlleva.

Hace unos nueve meses me toco el espíritu santo, fui bendecido por el altísimo y una linda noche se me apareció, me dijo las palabras necesarias y suficientes, además de palomear los primeros 4 o 5 puntos de un check list que sabia yo, estaba ya clausurado hasta ese momento.

Me tocó el corazón….penetró hasta los mas profundos adentros de mi ser robándome la llave maestra, la llave y el código verificador de una armadura que estaba ahí, entelarañada y hecha costra desde muchos años atrás.

Con el tiempo el embarazo fue creciendo, la sensación evolutiva de mi ser interno estaba dejándose ir, como dicen los antiguos: “como en caballo de hacienda”. Día a día me convencía de que este era mi status quo, donde mejor me sentía, donde mejor la vida me sonreía, donde quería quedarme para siempre.

El tiempo paso y los meses comenzaron a crear y a acarrear una serie de acontecimientos que tornaron mi embarazo en uno de alto riesgo. Los médicos diagnosticaron preclampsia y algunas otras enfermedades que ponen en riesgo mi vida y la del producto.

Durante todo ese tiempo fue difícil, difícil tener que sobrevivir con un ser dentro que en cualquier momento iba a morir, a morir por todas esas enfermedades mencionadas y lo mas probable que al final, terminaran con la vida de lo que mas había amado en la vida hasta ese momento…mi corazón.

Las ultimas semanas fueron complicadas, desde la 28, hasta la 36….fueron un tremendo sufrir. Día a día con el Jesús en la boca para que el parto no me agarrara desprevenido y me llegara el momento de morir, o de matar a mi ser que llevaba dentro.

Me dedique al reposo, todas esas últimas semanas me dedique a solo observar, a ver lo que sucedía en el entorno de mi situación. Ví con tristeza como se desmoronaba, como se iba despedazando poco a poco la ilusión de llegar a los 9 meses y tener el mas anhelado de los sueños, es mas, con mucha melancolía ví que ese producto al que día con día le daba vida no iba a llegar a edad adulta, no iba a ver la luz siquiera….es mas, ni siquiera tuvo la oportunidad de hacerse realidad.

Hoy después de aquel sueño que comenzó hace largos nueve meses me siento vacío, ya no hay nada dentro de mi, toda aquella felicidad que me embriago en los inicios se esfumó, ayer tuve la penosa experiencia de ver como los últimos resquicios de ilusión fueron carcomidos por esa imperiosa necesidad de chingar la madre…de querer a toda costa vivir en un campo de batalla, de subirse al ring y ponerse los guantes…de destruir todo lo bello que puede ser el llevar una luz verde dentro, noche y día.

Hoy me siento realmente así, como una vieja recién parida!!, no solo por mi cruda que aun me provoca estragos, sino por que siento que me han arrancado algo del alma, algo con lo que vivía ilusionado día con día durante estos últimos meses..

Los efectos han llegado, siento una terrible depresión posparto que me tiene un tanto incomodo, en ocasiones tengo ganas de responder a las picadas de cresta para de una vez por todas terminar con esta historia, pero en honor a lo que aun tengo dentro, por respeto a lo que aun tengo dentro de mi, me quedo callado…

En honor y por respeto a lo mucho que aun hay dentro de mi, que me pertenece a mi y a nadie mas……. Ya no diré nada……