Friday, July 17, 2009

Acto de contrición

Ahora lo sé… en este momento escucho esa canción que nos conectó. Esa rola fuera de nuestros estándares pero que aun así entre sonrisas y palpitaciones del corazón, aceptamos que nos gustaba… y así, al aceptarlo, con esas miradas mutuas aceptamos todo lo demás, todo lo evidente, todo lo que se derramaba, todo lo que a simple vista se podía observar…

Ahora lo sé… y siempre uno lo sabe solo que nos hacemos weyes. Siempre uno sabe lo que siente y por quien lo siente, el corazón nunca se equivoca, el corazón siempre sabe lo que quiere aunque tratemos de engañarlo.

Ahora sé también que debo respetar decisiones tomadas, unas bajo los efectos de la ira, otras bajo los de ciertos inhibidores, otras tomadas con las tripas y otras tantas más en total y absoluta serenidad… (Estas últimas, las últimas, valga la rebuznancia…)

Sé también que me tengo que querer a mí mismo, y quererme a mí mismo es soltar todas esas cosas que me obsesionan, que me atormentan, dejar que la vida fluya y que no puedo poner todas mis energías y basar mi vida en una sola cosa, en un solo evento, en un solo escenario…

Ahora sé que no debo vivir con la angustia de saber si regresaran esos días o no, de angustiarme día a día esperando ese regreso, ese día maravilloso en el cual los orgullos desaparezcan y por fin podamos decir: ok, no hay pedo!

Hoy sé que no debo rogar, no debo andar detrás con suplicas que no son escuchadas, no puedo andar pensando ni rogándole al destino que me de la dicha de ese regreso si yo mismo fui el que hizo todo lo posible por crear una lejanía…

Sé sin temor a equivocarme que si quiero ser un adulto hecho y derecho tengo que aprender a comportarme como tal, a actuar como tal y no perder el tiempo con actitudes estúpidas y orgullos rancheros, mucho menos con miedos idiotas que han sido la principal causa de esta desgracia.

Sé más que nunca que no debo dejar de ser quien soy, no debo dejar de ser autentico sin que esto signifique un irrespeto hacia los demás. Sé que en un principio mi forma de ser y de actuar era la chispa que encendía los momentos más aburridos, que eso pudo haber sido un imán para la gente necesitada de alegría, pero también sé que mi más profunda forma de ser, cuando se ahonda en mis adentros, se descubren demonios ocultos, seres irreconocibles pertenecientes al lado oscuro que todo mundo tenemos, sin así decir que soy eso que alguna vez demostré….

Hoy reconozco que las cosas no tienen que ser como o quiero que sean, que los planes se modifican según el vertiginoso andar de todo mundo, que desaparecen en un santiamén, que mis planes, mis antojos y mi regalada gana se modifica según mis actos puesto que mi futuro es consecuencia de ellos mismos…

Debo mejorar mi amor propio, amarme a mí mismo para no dejar que todo este entorno ni toda esa historia interminable me afecte. Debo amarme a mí mismo para así comprenderme, entenderme y perdonarme las cosas atroces que he hecho y que pudieron darle en la madre a mi felicidad, debo amarme para después del perdón, darme soluciones y abrirme caminos para reiniciar la búsqueda de ese pequeño orgasmo instantáneo llamado felicidad…

Hoy debo aceptar que si algún día agradé no quiere decir que siempre lo voy a hacer y que muy probablemente hoy no se quiera saber ni mi nombre. También tengo que aceptar que todo mundo tiene el derecho de tomar sus propias decisiones y si una de ellas es no tener la mínima intención de contactarme, de saber de mí, debo aceptarlo. Debo aceptar también, que cada persona es tan libre de querer estar conmigo, como tan libre de no querer estarlo.

Debo recordar que las mejores cosas de la vida se obtienen con paciencia, esperando y luchando por ellas a la vez. Que el producto de la impaciencia es tan peligroso que puede arruinar hasta la más bella historia jamás contada….

Hoy sé, que fui impaciente y por eso perdí…. Pero sigo aprendiendo, el día a día es una escuela en la cual nunca se termina de aprender. Hoy he perdido, he perdido una batalla de muchos años, y no la perdí contra adversarios, no la perdí en contra de alguien, no me siento ni siquiera derrotado…. He perdido una batalla contra el peor de mis enemigos: Yo mismo! Y más que derrotado me siento: aleccionado… hoy solo me resta aprender de la lección.

Hoy que me siento así, con la lección aprendida, con profundos dolores, con la fe perdida, con la resignación a flor de piel, solo puedo decir que lo antes escrito es la neta del planeta, que no pienso mover un dedo, que si el destino me tiene preparado algo diferente, bienvenido sea, si no, merecido me lo tengo.

Ha sido demasiado, demasiado sufrir, demasiado esperar, demasiado auto castigarse, demasiado de todo y muy poco de lo lindo.

Hoy se que no hay vuelta de hoja, que por más que llore, pataleé, chille o berreé nada cambiara las decisiones tomadas, buenas o malas, decisiones que nos han traído hasta aquí, hasta el borde de la desesperanza. Porque hasta no decidir es una decisión, y hasta en eso hemos pecado…

Hoy solo puedo expresar una frase de mi muy ingeniosa y amada abuela y decir: Agarro mi culito en brazos y me voy…

Me voy deseando desde lo más profundo de mi amor y de mi corazón: Que dios te bendiga!

2 comments:

Anonymous said...

Mendi.Se me parte el corazón, pero tienes toda toda la razón. Sobre todo porque ha decido eso: estar con alguien más.

Marita said...

Bravo primo!