Hoy en la mañana

No lo hago muy a menudo, pero si lo he hecho ya en algunas ocasiones. Nunca me había puesto a pensar en esto, pero hoy se me vino a la mente. Casi siempre me comporto de una manera un tanto cuanto indiferente, para eso mismo, para que no me ganen los sentimentalismos y hacerle daño a mi estado de ánimo con cosas que pienso y siento.

En ocasiones regreso el tape y vuelvo el tiempo atrás y aun me observo cuando recibí la noticia de su llegada, la verdad no supe que decir, y no solo por que haya sido en un momento que no me lo esperaba, sino por que no me veía yo, y nunca me vi, hasta ese día, en una tierna escena como la que protagonicé esta mañana.

Todo transcurría normal, como otras veces hasta que llegamos, estacioné la camioneta en un lugar con disco que prohibía hacerlo, y me valió madre!, lo importante estaba por venir. Baje con suma precaución para no pegarle con la puerta a un carro que seguramente iba a pasar a toda velocidad, después de observar cuidadosamente que podía bajar, lo hice. Di la vuelta hasta llegar a la clásica puerta corrediza de las camionetas Van, abrí, y ya me esperaba con una tierna sonrisa. Baje la mochila y lo tomé de la mano…

--Ya llegamos Papi?
Le dije:
-- Si mi amor!

Con un brinco formidable como los que acostumbra, bajo de la camioneta y nos encaminamos hacia la puerta de su escuela que ya lo esperaba para un día mas de actividades.

Cruzamos la avenida corriendo y cantando la canción del programa “Hi 5” de Discovery Channel que se ha convertido en su favorito…

….Cubre tus ojos, cuenta a 10…listo o no!….te encontraré una vez…y otra vez ……

Algo así, la verdad yo solo le hago segunda….hasta con la coreagrafía!!!!. Llegamos a la puerta, le di su mochila, y lo despedí con un gran beso, no sin antes advertirle que se portara bien.

Se fue caminando y jalando su mochila de ruedas, lo vi como iba lentamente cruzando el patio, lo vi también voltear un par de veces y decirme adiós. Fue precisamente cuando sentí casi llenárseme los ojos de agua, si me hubiese clavado, hubiese soltado el llanto en ese preciso momento.

Me detuve por que soy macho, y según dicen en Guanajuato los hombres no deben llorar, así que hice de tripas corazón y me aguante, pero no pude evitar sentir, sentir algo que casi me provoca las lágrimas y que hasta el momento no he podido definir que fue.

Lo único que se es que me lleno de ternura ver a mi bebe caminando hacia su salón, repentinamente recordé todos esos hermosos momentos que he vivido con el, las alegrías que me da y las satisfacciones que como padre me ha dejado en su corta existencia.

Casi tiene 5 años y la verdad que no me canso de admirarlo, como aprende, como se expresa y como pregunta cuando tiene dudas. Es un ser maravilloso que ha venido a darle a mi vida un tenmeaqui, como diría mi abuelita! Y lejos de ser una loza pesada y difícil de cargar, el es mi motor, todo lo que hago es por el, todo lo que tengo es para el, todo lo que soy y todo lo que seré, será por y para el.

Casi tiene 5 años y parece que fue ayer cuando vimos un color violeta en una prueba instantánea de embarazo; han pasado casi 5 años desde que lo vimos en una pantalla ultrasónica y nos dieron la noticia que seria hombrecito!!!

A Wilson!!!!!!, como su papa!!!!!, expresé. Ese fue el día mas feliz de mi vida!!

Se han ido 5 años y el tiempo corre rápidamente, espero tener salud y una vida larga para verlo adulto y realizado, para verlo hacer lo que le guste y seguirme dando esas grandes satisfacciones que a sus escasos 5 añitos, ya me da!

Te amo Diego Alejandro!!!!!!!