Sunday, August 26, 2007

El Regreso

Había que levantarse temprano, el vuelo de regreso a casa estaba pactado para salir a las 11 de la mañana y con todo el calvario que hay ahora en los aeropuertos lo mejor era salir tempranito del hotel y llegar con tiempo a Dulles para el check-in y la revisión de rutina que siempre toma mucho tiempo.

El día no lucia de lo mejor, había llovido toda la noche y esa mañana aun había mucha bruma y los suelos del estado de Virginia aun permanecían mojados.

Húmedo el clima y el conductor del taxi que nos llevo al aeropuerto tenia un aroma como a camello remojado, el wey era de la hermana republica de Pakistán, era mas o menos de mi rodada y habían pasado unos 5 o 6 largos días sin bañarse, (quizás cuestión cultural), pero bueno, el trayecto de 35 minutos desde Dunn Loring hasta Dulles fue un martirio con el hornazo de mi amigo y el clima húmedo que ya te hacia sudar a las 8 de la mañana.

El trámite de cajón en el aeropuerto fue de volada, pensé que tardaría más por regresar a Mexicalpan de las tunas pero había que hacer una escala y no contaba con esa astucia. El avión despego una vez mas entre el cielo brumoso y algo nublado de Virginia y nos fuimos a Dallas una vez más.

Que rico es Dallas, no?, volvimos a pasar por ahí y el primo Adrián me dijo que si regresaba le llamara y que me quedara unos días mas, la verdad si hubiese estado solo no lo pensaría dos veces, comente con anterioridad que me encanta Dallas y le hubiese tomado la palabra al primo, pero esta vez, el cansancio, la lejanía de casa y las ganas de comer tacos de suadero omitieron el gusto por Dallas unos días mas.

Para las 13:30 de ese lunes llegamos a DFW, aterrizamos en un clima que a todas luces parecía un horno, nunca lo volví a sentir puesto que solo lo hice a través de las ventanas pero ya me conozco esos días veraniegos en aquella ciudad y honestamente las ganas del calorcito y el frió de los AC me seducían pa´ quedarme en Dallas, pero no, hicimos el check-in ahora en Mexicana para volar de regreso a casa.

Un vuelo con algunas turbulencias pero la mayoría del camino sin precipitaciones que hicieran estallar mi corazón fue el que tuvimos de regreso. Saliendo a las 15:45 y pactando llegar a las 18:00 hrs. a casa nos subimos a ese avión.

Olvide entregar la I-94 a la línea aérea y lo recordé hasta el desempaque, la ansiedad de llegar a casa, el nerviosismo de tomar el ultimo de 4 vuelos me tenían medio wey, mas de lo que ya soy!!, y con el Jesús en la boca nos subimos en el avioncito de Mexicana y después de 2 hrs. estábamos tocando suelo Mexica.

Cruzar aduana en tu propio país y saber que te pueden quitar tus garritas es también algo estresante, o lo peor, que te quiten los encargos como la IPod y el DVD de Arturo, pues resulta una experiencia nerviotica también,

Afortunadamente el agente Aduanal nos dijo que solo un miembro de la familia tocara el botón para el semáforo, el elegido por unanimidad fue Hammer Head ya que se requería de una mano santa, y el verde se dejo ver en el foquito y ni tardos ni perezosos nos dimos a la fuga, se abrió la puerta de cristal y salimos pa´ la calle.

Y el viaje termino, la cuenta de ahorros mermada, la tarjeta de crédito vomitando me tienen ahora preocupado, realmente es como volver a empezar…pero lo paseado quien nos lo quita?.

Ya han pasado dos semanas desde que regresamos, Ahora estamos aquí, en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente…todo ha vuelto a la normalidad después de la primera semana donde se tiene uno que volver a adaptar.

Han sido dos largas semanas donde he tenido que leer ochorrocientos mil correos poco a poco, enterarme que el Server Q no respaldó durante mi ausencia, terminar el trabajo acumulado y no obstante, terminar con el que va saliendo, hacer tramites y tramites que no puedes o dejas de hacer por mas de dos semanas y por si fuera poco una luz que me deslumbra y que no me deja hacer nada durante todo el día.

Hoy es domingo, ayer nos reunimos mis carnales Reno y Douglas en la casa de este ultimo, La reunión fue en honor de la pequeña Ana Gabriela, nos juntamos para conocerla y de paso nos tomamos las clásicas cerbatanas y rematamos con un roncito de caña que el Doggie trajo de Venezuela.

Disfruto mucho reunirme con mis camaradas, recordamos viejos tiempos, disfrutamos lo que somos y nos ponemos a arreglar el mundo, no sin perder la chispa de buen humor que siempre hemos tenido en común. La reunión se prolongo y regresamos a casa a la 1 de la mañana….

Hoy es domingo, ayer pensaba levantarme hasta el medio día…pero la luz no me dejo hacerlo. Abrí los ojos y estaba ahí, deslumbrándome una vez mas, esta luz no me deja dormir.

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