Día 26 de Julio por la mañana, llego el día esperado para partir, tuve un sueño ligero por la noche, así que en la mañana me sentía así, ligerón para subirme al avión y con pocas ganas de desayunar por si los nervios me atacaban no fuera a hacer mi gracia del retortijón!!!Después de pasar el Check in que duro una oreja, (aun no entiendo si hay un mostrador con unos 12 o 15 módulos de atención solo hay 3 viejas atendiendo) Pues nos consumimos los últimos minutos paseando por el largo pasillo. Decidimos y a buscar algo que empacar por que el vuelo estaba pactado a llegar a las 13:00 y en lo que salías a la calle nos daban las 3, así que no lo pensamos más y nos dirigimos a la nefasta zona de comida del aigropuerto que esta del nabo.
Un café de Starbucks y un desayunito de Mcdonald´s fue lo mas decente que encontramos en el Internacional Benito Juárez y aun pues me seguía sintiendo con ese hueco en el pecho producto de los nervios y de saber que en poco menos de una hora estaría a 33 mil pies de altura.
Ya entrados en la sala y con el largo pájaro de acero que nos llevaría pal norte asomándose por la ventana, pus me dispuse a ir a echar la última firma y de una vez de paso tirar el miedo por que ya casi estaban llamando para el abordaje.
El peque feliz por que era su primera vez en un avión, y la domadora nerviosa, pero aparentando una tranquilidad falsa comprando revistas de chismes pa´ leer en el camino; yo, pues me sudaban las manos y como repito, con una sensación de vacío dentro de mí que se quita al momento que el avión toma altura y se deja de mover.
A tiempo en la salida, nos arriaron hacia la puerta y como criminales de uno en uno nos sacaron nuestras pertenencias de las bolsas y nos pasaron la paletita pa detectar metales, como si uno tuviera cara de árabe o pior aun, como si nos vieran un turbante y una copia de El Corán en la mano.
Pa no hacer el cuento largo ya íbamos en el gusano hacia el avión, no sin antes subirme los pantalones por que se me iban cayendo ya que me había quitado el cinturón y con la mochila colgando y abierta por que no nos dejaron pasar un jarabe pa la tos del rorro que su mama llevaba por si las moscas.
Llego el momento esperado, la hora chimenguenchona, el momento cuchicuchesco de que el capitán dice agárrense que aquí vamos, la madre esa como que se mueve pero no se siente y como que se siente pero no se mueve, mientras tanto las azagatas haciéndole al pendejo y moviendo sus manitas de un lado a otro dando indicaciones de emergencia, como si a la hora del azotón eso sirviera de algo….
Los motores se calientan, las turbinas se encienden y el pájaro American Airlines se endereza, acelera y después de 25 km y medio se levanta (No se por que en México se me hace como que llega hasta Texcoco un avión pa levantarse), pero al fin….Estábamos en el aire y al momento del despegue se oye un grito enternecedor de un hermoso niño….GUUUUUUAAAAAAUUUUU!!!!! Estamos volando!!!!! La risa me interrumpió el padre nuestro que me estaba refinando para el susto del despegue!!!!, pero al fin, estábamos volando!!!
Mañana no se pierdan……Fuimos a Dallas!!!!!!
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