Wednesday, December 12, 2007

Cuestion de fe

Siempre, desde niño he visto como la fe se manifiesta de manera unísona por estas fechas. He visto también como la gente se desborda a las calles en busca de un milagro, o quizás pagando favores recibidos.

Desde niño veía como ríos de gente pasaban por mi colonia para llegar hasta un lugar al norte de la ciudad, donde daban muestra de su fe, donde llegaban para ser bendecidos y sentirse regocijados por que su martirio es poco en comparación de las indulgencias que reciben.

A mi también desde niño me inculcaron esa fe, quizás no tan enraizada ni tan recalcitrante, pero si me inculcaron que creyendo en esas cosas que en ocasiones resultan inexplicables, podría llegar a la salvación de mi alma.

No lo entendía del todo…

Mi abuela me decía; “La fe mueve Montañas!!!!” Tampoco lo entendía, lo tomaba literalmente y me imaginaba que la fe era como un gigantesco brazo que se extendía y que podía lograr derrumbar cualquier obstáculo, todo lo que se interpusiera, incluyendo una montaña.

La verdad es que ahora ya de viejo me pongo a pensar en todas esas cosas que desde niño observaba y escuchaba. Ahora ya les doy forma y no me trago crudas las metáforas, ahora las analizo, las volteo y les veo por todos los ángulos posibles el sabio contenido de todo lo que engloba la palabra fe.

He visto como la gente pasa por mi colonia en bicicleta, con los labios secos de no haber tomado agua en horas y las pieles doradas por el intenso y radiante sol de un dia agotador y de extenso peregrinaje. Otros pasan a pie y en sus rostros se les ve el cansancio extremo, algunos apenas pueden caminar y llevan consigo rictus de dolor provocado por ardores en los pies, victimas de ampollas de tanto caminar y lo peor, lo peor es que aun les faltan unos 8 kilómetros para llegar al Tepeyac.

Mi abuela todos los años recorría a pie unos 150 Km. desde León hasta San Juan de los Lagos. Para los últimos días de Enero se preparaba, la llevábamos a hasta allá y ahí no faltaba quien le hiciera compañía. A mí nunca me dio curiosidad por ir con ella, por acompañarla, quizás aun era muy niño pa andar en esos trotes, aparte siempre fui medio reacio a acercarme a esas cuestiones religiosas y donde la fe va por delante.

Pero realmente siempre considere ese tipo de actos muy admirables, a pesar de que algunos no las comparto, pero siempre me he puesto a pensar en que si esa fe se tradujera en acción o en un sentimiento ajeno a solo nomás esperar recibir algo, seriamos diferentes, como dicen por ahí: Otro gallo nos cantara….

Somos un pueblo de fe, que construye sus días a base de la fe que tenemos en nuestras creencias, y me pregunto yo: Por que no usamos esa fe en nosotros mismos para así modificar nuestro porvenir y salir del hoyo?, por que no buscamos en nuestra propia fe, la fortaleza para salir delante de las adversidades?, por que, como dice Saúl Hernández: “Siempre volteamos al cielo en busca de alguien”???. Por que usar la fe para tener algo a cambio?, por que hacer un acto de fe cuando recibes un favor?, o por que actuamos con fe cuando queremos algo? Decía mi madre: “El interés tiene pies”...

Lo mejor seria actuar con fe, con fe en nosotros mismos. Creer, creer en nosotros mismos, en que podemos, creer que queremos y con fe en hacer las cosas cada día mejor. Con la misma fe de una persona que anda metros y metros de rodillas, con esa misma fuerza interna que nos mueve a sacrificarnos, a lacerarnos; con esa misma fuerza interna que se llama fe, pero fe en nosotros mismos antes de pedir y estirar la mano. Esa misma fe que mueve montañas, nos podría mover hacia un mundo mejor.

Apoco no?

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