Wednesday, March 4, 2009

Eterno Febrero

Había tenido tanta chamba que no me había percatado del asunto. Apenas me di cuenta y voltee a ver el calendario que tengo en el pizarrón y me sorprendí. No había sentido el rápido paso de los días o más bien, lo había sentido tanto que perdí la noción del tiempo y se me hizo una eternidad.

Nunca me había sucedido que el mes más corto del año se convirtiera en el más largo, así de simple, esta vez Febrero tuvo más días de los acostumbrados, y no es que fuera año bisiesto sino que volteo hacia atrás en mi memoria reciente y no concibo como es que sucesos importantes en mi vida hayan tenido lugar hace menos de 4 semanas.

Hoy se cumple un mes de la muerte de Norita, lo cual me tiene medio agüitado, no obstante no estoy down, he asimilado y he comprendido que la vida es así, y que por más que me duela, por más que la extrañe solo me hago chaquetas mentales, no va a volver. No soy el todo poderoso como para cambiar la historia ni los acontecimientos.

Pero no solo es eso lo que me ha puesto a reflexionar, si bien es cierto que la partida de Nora me ha dejado enseñanzas sublimes, también la pensadera se me desborda por diversas situaciones de mi diario acontecer. Una de ellas es el tiempo, el tiempo y su vertiginoso pasar por enfrente de nosotros.

Hoy me di cuenta porque en la radio hay un wey que siempre, siempre tiene ese canal en la chompeta. Es un wey que sale al aire solo para dar menciones de una tarjeta bancaria, y siempre que habla tiene esa sintonía del tiempo y su rápido andar en la cabeza. Invariablemente cuenta los días, las semanas y quizás hasta las horas…Cada vez que lo escucho me digo a mi mismo: Pobre wey! Vive con un reloj y un calendario en la mano.

Y a mí me pasa lo contrario, me fijo en el tiempo y su veloz estancia entre nosotros, pero no cuento los días, ni se en que semana del año estamos, ni tampoco sé si hoy es el día 65 o el 84, o que se yo…

Tal vez por eso hoy por la mañana me di la sorprendida de mi vida y sentí una sacudida al escuchar que hoy es miércoles 4 de Marzo. No me había dado cuenta, pensaba falsamente que había pasado ya mucho tiempo desde los acontecimientos de Febrero, creí que los tamalitos y festejos del día de la “Candela” habían quedado muy, muy atrás. Estaba segurísimo que el Superbowl XLIII había quedado en un recóndito lugar del pasado, creí ciegamente que el adiós de mi amiguita Nora había tenido lugar hace mucho, mucho tiempo…

Se me ha hecho eterno sinceramente. Todo lo que trajo Febrero consigo fue un obstáculo duro de brincar en mi vida. No sé, tal vez cualquiera podría pensar que medio lo brinque y medio me hice wey, pero yo creo que lo sobrepase sin contratiempos. A lo mejor estoy resignado a aceptar las cosas como vienen, a darle vueltas y vueltas a mí cabecita y concluir que las cosas, así como se han dado, son el mejor de los resultados.

Esta eternidad del pasado Febrero me ha enseñado muchísimas cosas, comenzando por el extraño viaje de mi amiguita Nora al mas allá, las cajeteadas de Mendiola, las palabras duras, frías e inmisericordes de mi ex–primo, el profundo análisis de mis errores del pasado, y la apertura de cicatrices que creía sanadas.

Hoy solo me resta abrocharme una vez más el cinturón, meter el Overdrive, y seguir con mi camino. Los duros acontecimientos de este eterno Febrero quedan marcados en mi vida para la posteridad. Nunca los olvidare es un hecho. Las diversas y variadas circunstancias con las que el pasado Febrero llegó y se fue quedaran selladas en el pasado, pero no sin antes escribir en el libro de oro esta historia que a mi sentir, aun no termina…

1 comment:

Anonymous said...

Te quiero.