El otoño

Hoy por la mañana me dio la sensación de que algo había cambiado, el clima no era el mismo y la mañana lucia de maravilla. El cielo limpio, despejado, un ligero aire fresco casi frío que se dejaba sentir y el sol saliendo por el oriente daba indicios de que algo definitivamente si había cambiado.

Y si, efectivamente, algo cambió, llegó el otoño y con ello la época mas sensacional del año. El clima fresco indica que las agüitas comienzan a irse, que dejará de llover pronto y que en menos de lo que canta un gallo llegare a los 34.

El otoño, que siempre me trae cosas maravillosas consigo y que generalmente llega acompañado con cosas que siempre me agradan y recuerdo con gran alegría, siempre ha sido así y creo que éste no será la excepción. Creo que las condiciones están dadas para que este otoño sea el mejor en mucho tiempo para mi.

Pero también los otoños traen escenas de mi vida que ni pa´recordarlas, no todo es miel sobre hojuelas en la vida y mis 33 otoños anteriores no podían tampoco dejar de recordarme esas espinitas que se clavan en lo mas hondo de tu ser y este, este otoño que apenas comienza no dejara de ser la excepción.

Hoy sabía que había algo en el ambiente, algo que había cambiado y aunque el día lucia esplendoroso, algo me decía que me tenía que andar con cuidado por que ese frío mañanero, ese ligero vientecillo que movía las banderas que aun hay por ahí de las pasadas fiestas, ese ligero viento, viento frío, podría convertirse en una tundra siberiana. No lo se, lo percibí, lo imagine, lo sentí.

Los primeros rayos de luz se asomaban y venia manejando como todos los días, esperando que el sol levantara un poco mas para acomodarme las gafas obscuras y abrir la ventanilla para sentir el aire fresco de la mañana, pero no, me logre colocar los lentes obscuros pero antes de proceder a lo de siempre tuve que prender la calefacción, sentir ese calor artificial que hace las veces de un acompañante, que te quita el frío y desentume las manos.

Me gustan los otoños, me encantan, es la mejor época del año, gente feliz, mi cumpleaños, la NFL por todos lados y mis vaqueros rifándose el físico domingo a domingo.

A propósito, ayer ganaron mis Cowboys, fue la satisfacción más grande que haya tenido en este otoño que nace. Hacerle 34 puntos a la mejor defensiva de la liga no tiene madre!!!, se vieron fabulosos…Pero de que sirve que mi equipo me de esas grandes satisfacciones si hay cosas mucho mas terrenales que atender?, cosas de mas importancia que no funcionan bien y que causan mucho ruido.

Al final, ese frío de la mañana era el preludio de un día frío, a pesar del sol radiante de la hora de la comida, yo sigo en un iceberg, congelado y con ganas de calefacción artificial.

Espero con gran ansia que el Otoño me traiga esas grandes cosas que siempre trae, esas cosas maravillosas que trae el otoño para guardarlas en mi memoria, esas cosas buenas que siempre llegan y ojala que lleguen pronto, por que las malas...ya comenzaron a llegar.

Después de todo el otoño es la antesala del frío invierno….