Friday, September 21, 2007

La titancita de grosella

Aun no me siento como un tío, no me veo como el clásico tío que quiere, acaricia, y da besos a sus sobrinos. Ese es el estereotipo de tío, el tío tradicional que existe realmente, que todos conocen, pero que nunca había sentido la inquietud por ponerme ese saco o caracterizar ese personaje y aun, pasados unos cuantos días me sigue sin caer el veinte.

Como mencione, el pasado viernes nació la primogénita de mi hermana, y lo vuelvo a repetir, aun como que no me cae el cinco al piano, como que el motor aun no carbura y aunque es verdad que siento felicidad, todavía no me dan ganas de desbordarla hacia la pequeña “ratita” que salio del vientre de mi hermana.

Siempre, desde siempre, casi desde que tengo uso de razón he tenido sobrinos. Mis primos los mayores se les calentaron las hormonas bien chavitos y tuvieron sus vastaguitos a muy temprana edad, de modo tal que actualmente tengo sobrinos de unos 27, 28 y 29 años, a los cuales los quiero mucho y son parte fundamental de mi vida, mi niñez, mi infancia y mi adolescencia. No concibo esas etapas de mi vida sin mis sobrinos.

Pero a diferencia de lo que muchos se puedan imaginar el rol que he tenido desde siempre como tío, no es propiamente el rol de tío definido en los diccionarios, mas bien siempre fueron como mis primitos, y así nos queremos y así nos hemos visto siempre. Pasa lo contrario con mi hermana, a ella si le dicen tía, incluso hasta los más huevonzotes le respetan y se han ganado su cariño como una verdadera tía.

A mi la verdad me tratan con la punta del pie, y no por que nos llevemos mal sino por que yo los trato de la misma forma. He manifestado en muchas ocasiones que soy un chingaquedito, que nomás veo la oportunidad y le cargo calor a todo mundo. Es por esta razón que mis sobrinos no me tratan con mucho respeto que digamos.

A los hombres unos mazapanazos y a las mujeres coscorrones y hasta patadas en las nalgas, así es como ocasionalmente nos tratábamos en aquellos ayeres, ahora les sigo cargando carrilla pero ya sin manifestaciones físicas que no podrían aguantar.

Hoy se cumple una semana del nacimiento de mi sobrinita, la primogénita de mi hermana y del finísimo Titán de Grosella, y mis sentimientos de escepticismo se deben a que por mucho tiempo los ví a ambos juntos, desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días, no me hago a la idea de verlos separados y quizás sea por ese motivo que no me cabe la idea que de esa relación longeva haya nacido ahora una pequeña niña que aunque lo quiera o no, lleva mi sangre.

El, amigo de la infancia y conocido de la familia desde siempre, de toda la vida, un buen día se hizo novio de mi hermana, aunque me lo ocultaron por mucho tiempo, tal vez y sin exagerar como un año o algo así, aunque uno no es pendejo y me daba perfectamente cuenta de lo que sucedía y un buen día me los caché en la maniobra, y no les quedo mas remedio que aceptar su relación.

Relación que duro aproximadamente unos 11 o 12 años. Si, en verdad son como esas parejas inmortales que llevan toda una vida juntos, y lejos de darme gusto, pues yo le reclamo a mi hermana el por que no se dio el lujo de conocer mas gente, por lo menos a alguien de la calle de atrás, y no con el vecino, pero bueno…

Se casaron hace unos 3 años y hoy ya tienen a su bebita, la cual es toda la cara del Titán de grosella (pa´ acabarla de chingar) y no me queda otra mas que aceptarlo y dejar que me caiga el veinte.

Desde hoy, dejare fluir las cosas, se que irremediablemente esa niña me robará el corazón, aun la veo como un bicho raro, como una rata mojada y se me imagina que aun tiene liquido amniótico en la cara, pero se que con el tiempo será mi adoración, la cargaré, la besaré, la llenare de caricias y regalos, como un buen tío tiene que ser!!!! ( A ver si no se encela Hammer Head)

Se acabaron los coscorrones y patadas en las nalgas!!!....

1 comment:

Vronik said...

No te estreses tanto!!! Los bebes traen solo esa magia que hacen que el corazon mas duro... ya sabes el resto!

Saludos!!!