No somos nada

Ayer después de unos 6 meses me volví a poner una chamarra, y es que el día amaneció medio feyón y el cielo encapotado hasta más no poder. Desde que manejaba cerca de las 7 de la mañana y no veía los primeros asomos del sol mañanero, me di cuenta que sería un día gris, de esos feos y que muy probablemente tendría que brincar charcos por la tarde.

Ya muy cerca del trabajo comprendí que había sido muy buena idea el montarme la chamarra puesto que soplaba un vientecito helado que bien me recordaba los primeros días de Enero, pero al ver la humedad del piso me sembró los pies en la tierra y dije: no, recordé que aun no empieza el maratón Guadalupe-Reyes y que la mejor época del año está por venir.

Aun conservaba la sonrisa de un día anterior por que ganaron su primer partido mis fabulosos vaqueros, que realmente se vieron dominantes lo cual presagia una excelente temporada para los de la estrella solitaria. Pero el saber del día gris que me tenía que chutar la cara se me colgaba de solo ver tremendos negros nubarrones.

El día presagiaba algo también…algo raro en el ambiente se presentía. Y no que me las de de tocado por los ángeles, sino por que en verdad me pasa que comienzo a presentir que algo no anda bien. Entre a la oficina y solo con ver la cara de los compañeros y verlos en una reunión inusual a la hora de llegada, pues inmediatamente los presentimientos se aceleraron.

Leí el correo y ya estaban los mensajes ahí…

Durante todo el día de ayer pensé en eso, ya por la noche solo el Monday Night me distrajo, pero los insipientes Raiders de Oakland no quitan ni el sueño y me tuve que ir a dormir temprano. Hoy me desperté tempranito como todos los días, me bañe, me lave mis rinconcitos y al salir me peine con mi gel olor a cítricos y me dispuse a llevar a mi nene a su escuelita.

La camioneta azul ex-placas de Guanajuato no circulaba hoy, y como es ex-placas de Guanajuato pues resulta que ya tiene del DF, y con terminación en 7, de modo tal que hoy no circulaba. Por aquellos viejos hábitos que se encostran en la sesera lo olvidé y me valió madre, comencé a manejarla, no iba a dejar ir a mi bebe en taxi a su escuela.

El día comenzó de igual manera que el de ayer, gris y poniéndome una chamarra de piel negra, al llegar a la oficina volví a ver la reunión inusual de compañeros alrededor del lugar del Vic, e inmediatamente supuse que algo andaba mal.

La noticia no me cayó de extraño, ya hace año y medio antes una situación similar le sucedió al padre de un gran amigo mío. Pregunte el estatus y lo que me temía sucedió.

Tenemos una compañera en el trabajo que hoy necesita de apoyo moral y sentimental. Hoy más que nunca estamos con ella para lo que necesite y cuando lo necesite. Lo que debe estar viviendo, sintiendo y pensando, no se le desea ni al peor de los enemigos.

Hoy nuestras mas sinceras muestras de cariño y apoyo van para Rosita, aunque se bien que es una mujer fuerte y luchona, pero nunca está de más un hombro en donde apoyarse. Hoy vuelvo a comprobar que no somos nada, que un buen día de estos, estas aquí, con los que amas y con la gente que te quiere, y mañana ya no…

Así de simple es la existencia….