Apocalipsis

Manejaba la camioneta azul ex–placas de Guanajuato por la fresca mañana que aun permanecía oscura por aquello del horario de verano, me disponía a llevar a Hammer Head a su escuelita, di una vuelta en la calle acostumbrada que me conecta con Calzada de Tlalpan e inmediatamente vi en el horizonte una luna brillante, una hermosa, reluciente y blanquísima luna que me llamo mucho la atención, a pocos centímetros de ella (ojo que me refiero a centímetros dada la perspectiva) una estrella brillante la cual supuse inmediatamente que era el lucero de la mañana, aquella estrella tempranera conocida por los Mayas y los Aztecas y que en el mundo moderno conocemos como: Venus. Esa estrella brillante yacía en la curva perimetral que completaría el círculo de aquella Luna creciente, lo que en pocas palabras podría identificarse como un símbolo del islam, si, lo vi en el cielo y nadie me lo platicó.

Como olvidarlo? Jamás en mi sucia y asquerosa vida había visto tanta belleza en un amanecer.

Caminaba las extensas 5 calles que separan la más cercana estación del metro del lugar de mis aposentos; de esa tantas veces en que le busco tres pies al gato y volteo hacia el cielo. Curiosamente había una configuración nebulosa muy particular, se observaban a detalle una sobre de otra, los perímetros de estas se percibían con tanta claridad que asemejaban ser dibujados con lápiz sobre papel. Tenían un color peculiar. Los últimos rayos del sol de ese día provocaban un tono entre anaranjado y rojo sobre el blanco de esas nubes que al combinarse con los distintos espectros de azul llenaban de esplendoroso colorido aquel cielo.

Como olvidarlo también…jamás en mi cochina y puerca vida había visto un cielo tan lindo y lleno de color como ese día de ayer…

Bajaba del metro ayer mismo por la mañana e inmediatamente noté que un wey a lo lejos captaba en video la bajada de todo el ganado, al ser la glorieta de insurgentes un lugar de alta afluencia de personas, seguramente era el lugar idóneo para que el tipo obtuviera una muestra de lo que sucedía, obviamente supuse que no era a mí al que esperaba y volteé la mirada; casi me voy de espaldas al ver que una gran mayoría de los que venían tras de mi traían su bozal color azul. Tal como lo oyen… (O como lo leen más bien!!!) Casi me voy de espaldas, casi me dieron ñañaras y casi también todo aquel espectáculo parecía sacado de una película de ciencia ficción, de aquellas tituladas amarillentamente, o que hablan del fin del mundo como: “Cuando el destino nos alcance”

Como olvidarlo carajo? Como dejar pasar todos esos acontecimientos de mi día a día sin dejar de mencionarlos? Jamás, jamás de los jamases en mi putrefacta y pestilente vida había visto semejante histeria colectiva, semejante psicosis y miedo colectivo por cuestiones que ni nos constan, por situaciones producto de una ola de desinformación y que generan obviamente, miedo.

La verdad es que comienzo a creer que el fin del mundo se acerca, mientras muchos se van a confesar y usan su bozal de notorio color azul chiclamino, un sismo de magnitudes un poco serias azota la ciudad. Los mensajes de pánico (unos de guasa y otros en serio) llueven por todos lados, simpáticos e ingeniosos comentarios se publican en el Facebook y llueven fotografías mamilas por correo electrónico. Eso sí, mucho miedo, mucho miedo pero no dejamos de reírnos de la desgracia (como buenos Mexicanos)…

El fin del mundo está cerca, el ruido de los cascos de los caballos de los 4 jinetes del apocalipsis y de la cabalgata de los mismos se escucha ya a la vuelta de la esquina, el 2012 está a tiro de piedra, las profecías bíblicas se empiezan a manifestar, estamos ante una epidemia de dimensiones catastróficas, re tiembla en sus centros la tierra, el símbolo más sagrado del islam se manifiesta en el cielo, el fuego invade los cielos y yo me pregunto: que sigue???

Por lo pronto si esto sigue así, yo me voy pa León Guanajuato, ahí por lo menos la vida no vale nada….

Ahí me avisan cuando se acabe el mundo!